jueves, 11 de junio de 2015

Soy ex-peakoilera

Han pasado unos años y muchos hechos. Uno es que seguimos aquí, no ha habido colapso de esta sociedad, una vez que parece que ha pasado el pico de producción máxima de petróleo, su precio está "bajo" (aunque volverá a subir, cortantes dientes de sierra que van y vienen haciendo el trabajo de difuminar la previsible tendencia alcista), los comedores sociales están más llenos, todos tenemos más amigos y familiares en dificultades económicas o directamente lo estamos nosotros mismos y la realidad ciertamente ha ido cambiando en general a peor, pero el caso es que no podemos llamarlo crack. Pareciéramos más bien ranas.

Entiendo perfectamente el resultado de una función exponencial, la tasa de retorno energético, la debilidad de las teorías sobre el petróleo abiótico, la quimera del coche eléctrico, la imposibilidad de sustituir el actual consumo energético por uno que provenga de fuentes renovables, el (auto)engaño que supone el tecno-optimismo,.. de hecho si abrí este blog era porque quería compartir sobre todos esos temas porque de alguna manera fueron los que me despertaron de una vida cómoda y bastante bien construida, en las formas al menos.

Pero, en lo que me gusta ver como mi evolución, he llegado a otro momento vital mucho más interesante: Quiero preguntarme, saber y explorar sobre el sentido de la vida.

Si le doy la vuelta podría decir que estoy en el trance de indagar, conocer, comprender y, en la medida de mis capacidades, revertir el sinsentido actual de la vida que llevamos en este sistema de locos.

Y para ello el concepto de Revolución Integral (RI) es el que me ha convencido y donde he encontrado un buen puñado de personas y proyectos de lo más interesantes.

No es una ideología, es una visión holística del ser humano y de la sociedad. Es un estímulo hacia la virtud, la libertad y la verdad, y ello en todos los aspectos de la existencia... menudo reto.
Tampoco es una creencia, se cree en lo que no se ve, lo que sucede se vive y en ello estoy, buscando cómo vivir de otra manera. Vuelvo a la introducción que escribí para este blog, para seguir a partir de ahí, porque dudé si empezar algo nuevo y decidí que no, que era mejor no renegar de nada mío.

Qué puede hacer alguien que teme al hundimiento, a la ruina, qué estado de ánimo tiene... eso lo sé por experiencia propia.
De esa manera te sientes desarmado, perdido, indefenso y despojado de cualquier capacidad para la acción (una que no sea hacerte con un búnker, comprar oro o en el peor de los casos... un rifle, y no, no es que yo haya hecho estas cosas, no llegué a ello porque se me "cruzó" la RI en un buen momento... solo había empezado a producir parte de nuestra comida, comenzado a buscar personas con las que compartir mis inquietudes y hacerme miembro activo de un grupo de consumo).

No podemos vivir con miedo, ni siquiera cuando es real, cercano o lejano, no tenemos que hacer esto o lo otro por la llegada al pico del petróleo sino que deberíamos sentir un arrebato interior que nos haga ver que merecemos la pena, que queremos hacerlo mejor, que podemos realizar las cosas de diferente manera y que vamos a ponernos a ello, primero de forma individual y de seguido y a la vez juntos.

Y si se tuercen las cosas y no hemos creado nada diferente pues... me tendré que aguantar, solo me quedará el regusto de haberlo intentado, de haber hecho lo que creía mejor en cada momento aunque no fuera lo más cómodo para mí.

No peco de inocente, más de lo necesario, ni de buenismo o de ser simplista, sé que nos esperan, estamos ya en ellos, tiempos duros, por eso mejor afrontarlos con ideas e ideales. Esa es mi posición. Ahora me toca encontrar cómo desarrollarla.

Hala, que soy ex-peakoilera.

2 comentarios:

  1. Creo que el mensaje catastrofista del colapso de la sociedad debido a una escases de energía es muy poderoso. Ha pasado bastante tiempo desde que vi el Crash Course y después del susto inicial te bloqueas, te angustias, piensas en como solucionarlo, como cultivar, que aprender para sobrevivir, pero pasa el tiempo y te das cuenta de lo improbable de un colapso y también te das cuenta que asi no puedes vivir, atemorizado por un futuro totalmente incierto. Sin embargo, también pienso que es una buena de forma de empezar a replantearse la sociedad capitalista en la que vivimos y profundizar en los problemas que tiene y a partir de aquí dedicarse a lo realmente importante.
    Espero que haya mucha gente que no se conformen y que tengan curiosidad e inquietudes por hacer una sociedad mejor.

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  2. No sé si pocos o muchos... pero al menos estamos ¡tú y yo!... y otro buen puñado de personas... Solo hace falta que nos vayamos descubriendo y animando a no callar, a no escondernos.
    Un fuerte abrazo.

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