jueves, 25 de junio de 2015

Breve Análisis de la realidad. Parte 1/2

Texto inicial de la sesión de Análisis de la realidad

Introducción.

Sea este texto un esbozo que intenta analizar muy resumidamente la situación actual, primer punto de los propuestos en este encuentro de reflexión sobre Revolución Integral (Mayo 2015).
Cuando planteamos empezar con el análisis de la situación, alguna persona comentó que podría ser demasiado duro. Un manera de comenzar poco amable que nos hiciera caer en cierta desazón improductiva.
Y es verdad que si miramos los problemas a los que nos enfrentamos y que nos rodean, es imposible estar contentos y puede ser una invitación al pesimismo ¿o no?.
Pero empezamos por este punto porque el análisis de nuestro tiempo de forma continuada, lo más veraz y profundo que seamos capaces de hacer, aquí, el que hemos hecho antes y el que seguiremos haciendo después del encuentro, nos proporciona la base sobre la que ir construyendo, con las herramientas, técnicas, tácticas y estrategias, de las que nos sepamos dotar.
¿Cómo aspirar a cambiar lo que no conocemos lo mejor posible y sobre lo que hemos pensado con toda nuestra capacidad y el pertinente detenimiento? Vislumbrar y diferenciar entre nuestros deseos, carencias y construcciones mentales y la realidad misma, los hechos que son en verdad incuestionables, debería ser el principio sobre el que comenzar el camino del cambio que perseguimos y de superación de prejuicios, tanto negativos como positivos.
Iniciamos entonces estas sesiones de reflexión con un esquemático análisis de la realidad, fuerza pasiva que queremos transformar, para seguir con el tema de la autoconstrucción del sujeto, la parte activa que debe tomar la iniciativa, y el de la revolución en la sociedad, resultado de esa oposición de ambas fuerzas. Nos lanzaremos después al apunte de las tácticas y estrategias, esto es, en la búsqueda de los mejores métodos, pautas, modos en el trabajo común e individual, que nos proporcionen el cómo y el cuándo, y llegaremos a la parte de compromisos, eso será mañana, para ir conociendo el quién hace ése qué.
En el interés por comprender el estado actual está también en analizar si las condiciones existentes son favorables a nuestras propuestas y encontrar dónde están las debilidades propicias del sistema, los resquicios por donde acometer. Además nos dará una idea de la graduación en el control e influencia que tenemos sobre cada una de las situaciones, dirimiendo aquellos aspectos que están fuera por completo de nuestra influencia o capacidad y volcándonos en los que sí que están a nuestro alcance.
Las causas para llegar al estado actual son muy complejas y hace que la transformación necesite de difíciles planes y estrategias. Es inconsciente pensar que un actuar sencillo y directo puede resolver la situación y no queremos que se dé este texto como un objeto cerrado; contiene la exposición de los aspectos que hasta ahora hemos reconocido y recogido. Necesariamente es solo un paso más en el entendimiento de lo que somos, dónde estamos, qué estamos haciendo y qué queremos hacer.
Sin comprender qué estamos haciendo mal, por qué y para qué, es imposible desarrollar la oposición y las soluciones. Para ello nos tiene que servir el análisis de la realidad.
Es la conciencia la que nos guía y nos permitirá evolucionar hacia la lucidez, por otra parte sin ser esta última un estadio final ni inmutable, sino un estímulo a la vez que un fin.


Mirando alrededor.

Para acabar pronto y mal, podríamos decir que la situación es un absoluto desastre. Todos los aspectos relacionados con la vida, de los humanos y con la de otros seres, están en situación precaria, aniquilados o aniquilándose, muriendo por inanición o parálisis, ansiedad, sobreexcitación, nihilismo, pasotismo, desesperación y desesperanza. Triunfan los mecanismos de defensa como la negación,  la  proyección  en  los  demás  de  las  responsabilidades  propias,  el  conformismo,  el cortoplacismo, la huida de la realidad, lo que Félix Rodrigo Mora llama narcóticos espirituales, un rechazo a la búsqueda de la verdad.
Las carencias afectivas, la inestabilidad emocional y psicológica, la falta de paz interior, la inseguridad, la violencia en todos los ámbitos, parecen describir al yo de la actualidad por una parte. Por otra, el individualismo, la competitividad, el hedonismo, el amor al dinero, las prisas, la intolerancia a la frustración, el miedo al dolor, son algunas más de las características del sujeto tipo de hoy, consecuencia entre otras cosas, de la revolución liberal de hace un par de siglos, que se puede considerar el origen del vigente orden de dictadura política1.
No todas estas actitudes son negativas de manera absoluta, sino que pueden ser a la vez disposiciones necesarias para enfrentar los retos que se nos presentan. Desde la ira puede salir la destrucción, pero la demolición es necesaria para dejar espacio a la construcción de lo nuevo; desde el individualismo puede surgir el egoísmo ruín o bien la oposición al poder y las ganas de aniquilarlo en una llamada a la libertad; el desequilibrio psíquico puede originar la nada, es decir el suicidio, o ser la raíz de la creatividad más rompedora.

Quisiera añadir otro concepto: estar mal no es siempre malo, igual que estar bien no siempre es bueno2, así como una enfermedad nos hace reconocer que hay que modificar nuestros hábitos los trastornos de la situación actual son los síntomas que nos dan la oportunidad de buscar cambios posibles, esforzarnos por la revolución integral del sujeto y la sociedad (sin trasladar a instituciones ni administraciones ni gobiernos la tarea de la transformación).

Como decía el poeta Hölderlin “pero donde abunda el peligro, crece también lo que salva”.

Y resulta que más de 100 personas estamos aquí (hoy en la web, en su momento en el encuentro, y luego se verá), y al menos otras tantas han mostrado interés, por varios motivos no están pero les gustaría haber venido, a participar. Y nosotros también somos parte de la realidad.
Así que dejadme que empiece por este punto. Algo que nos une es que buscamos sentido a la vida dentro de un sistema empeñado en no dejar espacio para ello y pese a todo no nos hemos rendido.
Aquí hemos venido personas, familias, que enfrentan lo que hay y que no se acercan porque esto sea divertido o una forma de evasión, aunque tendrá parte de disfrute, sino porque nos unen las ganas de pensar qué podemos aportar nosotros. Si estamos presentes, hoy aquí junto con los que no han podido venir, pero que también están de alguna manera, es por nuestra preocupación por la existencia, porque tenemos inquietud por el futuro y queremos tener proyecto, o al menos pensar que hay cosas que hacer, y que las queremos y debemos hacer nosotros mismos. Hombres y mujeres del pueblo que estamos orgullosos de serlo. Somos personas que no nos identificamos con lo que pasa a nuestro alrededor día a día y que cuando nos preguntamos ¿es lo que somos o es lo que hay? nos inclinamos a contestar lo segundo, y es entonces cuando, al pensar que nuestra naturaleza no es inmutable y que además la historia no está escrita, descubrimos que hay camino por recorrer. Y queremos andarlo. Y lo queremos hacer investigando de manera cooperativa y en beneficio del común para luego ir, de la misma forma, actuando.

Cuando pensaba cómo enfocar este texto me di cuenta de que unas 10 personas, vamos a poner un 10% de los interesados, no podrían venir, o si lo hacían era a pesar de que vivían en el extranjero. Buscándose la vida. Provoca desasosiego pensar en un territorio desértico, éste que expulsa a quien nació aquí. El mensaje lanzado es que no pasa nada, que es reaccionario no querer salir, pero ¿no os parece que forma parte de la estrategia de crear desamparo? En los que se van, en los que nos quedamos.
Pero no solo la emigración más o menos forzada es lo que vacía nuestros  pueblos, más  bien ciudades, dada la concentración en las urbes de la población. Tenemos una tasa, en 2013, de hijos por mujer de 1,27, lo que significa sólo un 60% de lo que se necesitaría para alcanzar el índice de fecundidad que asegure el reemplazo generacional3.
No eran más ricos en recursos económicos nuestros antepasados, incluso durante la guerra civil la tasa de nacimientos fue mayor que ahora4, pero no les asustaba tener hijos como parece pasar hoy. Y no es pensando en quién nos va a pagar las pensiones que nos deberíamos acercar al problema del “invierno demográfico”, un futuro en el que los ancianos y las ancianas no tendrán ni hijos ni sobrinos, para tener descendencia no se necesitan bienes materiales ni dinero más allá de un mínimo, se necesita ganas, ilusión y proyección en el futuro, también se puede llamar madurez o no escudarse en el cuento de las teorías maltusianas5.
Somos los que sentimos que la revolución es deseable, los padres y madres más adecuados para transmitir a nuestra descendencia un alto nivel de conciencia6, de ganas de verdad.

La maternidad y paternidad, cuando tiene lugar, tampoco están exentas de profundos problemas y dificultades. Un fuerte nivel de violencia obstétrica (ejercida también por las mujeres sobre las parturientas), la soledad en la crianza, las trabas a la conciliación entre trabajo y cuidados, el bombardeo de manuales que impiden escuchar el instinto, son algunos de ellos.

Además está la cuestión de cómo la menor diferenciación en las tareas del hombre y de la mujer podría estar originando una disminución de la atracción sexual7. Factor que se une a la guerra de sexos en la que nos convencen de que estamos inmersos, que rompe con la bondad y la amabilidad básicas para poner amor entre las personas. Estar rodeados de estímulos hacia la crítica y la búsqueda del error del otro, junto con el narcisismo y el egotismo, son causas de lo que ya algunos están llamando la agonía del eros8.
Cuando los niños y niñas nacen es cierto que lo hacen en medio de un panorama desagradable, que se van a ver abocados, en la gran mayoría de los casos, a un sistema educativo donde no hay amor, donde el aprendizaje, el institucional obligatorio, será sin afecto ni respeto hacia sus emociones, lo que dificulta enormemente la realización como seres humanos. Será un camino hacia la especialización, mutiladora del abanico de habilidades, intereses y autonomía de nuestros menores, quienes deberán consumir la mayor parte de su tiempo estudiando materias que odian para acabar aceptando los valores fundamentales del sistema que hará que se comporten como éste necesita.

Entre los jóvenes nos encontramos con altos índices de trastornos alimentarios y el consumo compulsivo de todo aquello que de manera artificial les evade de la realidad: tecnología, alcohol, drogas (viagra incluida9),... Hábitos en común con los adultos, pero quizá más tristes en una etapa que como dice Félix Martí Ibáñez es la “ofrenda de vigor y decisión que nos hace la vida sólo una vez”10.
Así, las estadísticas arrojan que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes11 y la depresión, la enfermedad mayoritaria. Cuando se supone que está todo por hacer demasiados muchachos y muchachas deciden acabar con su vida o caen en el precipicio del abatimiento.

... CONTINUARÁ.


1.  “Materiales para la crítica argumentada de la Constitución de 1812,.., y del bicentenario” http://www.felixrodrigomora.org/materiales-para-la-critica-argumentada-de-la-constitucion-de-1812-la-pepa-y-del-bicentenario/
2. “El mundo necesita terapia” Pedro Jara Vera. 2013. http://regeneraconsciencia.org/EL%20MUNDO%20NECESITA%20TERAPIA_LIBRO.pdf

3. “Informe Juventud en España 2012”. Instituto de la juventud. En este este estudio, además de otros datos interesantes para su análisis, aparece en la tabla nº 13 el número de hijos que les gustaría tener a los menores de 39 años y difiere con el número de hijos que realmente tienen en un 36% en el caso de las mujeres y un 68% para el caso de los hombres. http://www.injuve.es/sites/default/files/2013/26/publicaciones/IJE2012_0.pdf
4. En el año 1937 nacieron unas 569.000 personas, en 1938 casi 510.000 (Gil, Alonso y Cabré, Anna (1997) “El crecimiento natural de la población española y sus determinantes”). En 2013 lo hicieron 425.390 (INE, http://www.ine.es/prensa/np851.pdf
5. http://es.slideshare.net/democraciadirectaperu/teora-malthusiana
6. “La sociedad industrial y su futuro”. Theodore Kaczynski, 1995, punto 204.
7. “Igualdad, tareas del hogar y frecuencia sexual en el matrimonio”. America Sociological Review, 2012. http://www.asanet.org/journals/ASR/Feb13ASRFeature.pdf (original en inglés). ¿El cambio de roles mata el deseo? http://www.mujerhoy.com/psico-sexo/pareja/cambio-roles-mata-deseo-821869072014.html
8. “El todo es lo no verdadero Un comentario a La agonía del Eros de Byung-Chul Han”. José Félix Baselga. 2014. http://vixra.org/pdf/1409.0215v2.pdf
9. “Se dispara el consumo de viagra en jóvenes” http://www.euromundoglobal.com/noticia/121598/Bienestar-Salud-y-Belleza/Se-dispara-el-consumo-de-Viagra-en-Jovenes.html
10. “El sentido de la vida”. 1934. Editado con prólogo de Félix Rodrigo Mora y Karlos Luckas, 2013.
11. “El suicidio es la segunda causa de muerte en el mundo en los jóvenes entre 15 y 29 años” http://www.20minutos.es/noticia/2229928/0/suicidios/datos-oms-2012/jovenes/



2 comentarios:

  1. ¡Qué interesante, Sofía! Me he quedado pensando en lo de la división de roles y el deseo.Tengo que leer detenidamente los enlaces que has colgado. Yo creo que el problema no es la gente que no quiere tener hijos, siempre ha habido personas que no han querido o podido tenerlos o no se han dejado llevar por la pasión erótica que inicia el proceso de crear vida humana. Lo dramático es que los que sí quieren, los que sí queremos, muchas veces no podemos tener más de uno o dos. Otro elemento para la reflexión es que en la crianza cooperativa las personas sin hijos también colaboran en la crianza de niños que no son sus hijos. Es decir, no tener hijos no exime del deber de cuidar y criar o ayudar. Supongo que lo mismo será aplicable al cuidado de ancianos. Un fuerte y alegre abrazo.

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  2. Muchas gracias Tania por leer y tomar la molestia de comentar. Tengo algún enlace más que no puse en el texto para no sobrecargarlo, que ya creo que es demasiado denso, tú que lees en inglés sin problemas seguro que le sacas más partido que yo. Te los paso si te interesan.
    Sí, estoy de acuerdo y por eso ponía el dato en la nota 3 de la gran diferencia que hay entre el número de personas que quieren tener hijos y los que al final los tienen, justo al revés de lo que podríamos pensar con esas campañas pro-abortistas. Está claro que no podemos seguir nuestros instintos, eso es lo primero que tendríamos que recuperar para luego que cada cual hiciera lo que quisiera desde su libertad personal. El que no quiera de verdad que no tenga hijos (yo como mami me sale decir que él o ella se lo pierde.. jijijii pero es un comentario que hago de forma subjetiva y porque estoy en mi blog personal).
    Qué buena esa aportación sobre el cuidado mutuo y recíproco, horizontal y sin que medien lazos de sangre ni importe la edad.
    Muchas gracias de nuevo.

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